Tres años desde aquel día que cambió todo para siempre. Ser mamá no fue fácil al principio: la depresión postparto, los miedos, los retos… sentía que nunca iba a salir del hoyo. Pero salí. Y hoy puedo decir que la maternidad se ha convertido en el viaje más profundo y hermoso que he vivido. He estado contigo cada momento que he podido, y no me arrepiento de nada. Me llena el alma saber que estoy logrando ser la mamá que mereces. Gracias, vida. Gracias, Dios, por darme una hija tan hermosa, tan increíble, tan sana —eso es lo más importante—. Hija, solo quiero que sepas que tu papá y yo te amamos con todo el corazón. Siempre vamos a estar para ti. Eres, sin duda, lo mejor que nos ha pasado. @giocherri Feliz 3 años, princesa.