👩🏽‍🦱Aceptar mis crespos ha sido todo un proceso de subidas y bajadas. Mi inconformidad con ellos empezó desde el colegio cuando veía a todas mis amigas perfectamente lisas y arregladas, ahí me empecé a sentir incómoda y acudí a la plancha; me planchaba casi cada 8 días y duraba horas haciéndolo porque tenía mucho cabello. Recuerdo evitar a toda costa la lluvia para no arruinar mi planchado. Luego conocí el alisado, una solución que me pareció muy práctica y que me facilitaba mucho la vida, me estuve alisando por años, ahorraba para eso, buscaba los mejores lugares para hacerlo y la verdad es que me sentía guapa y mi autoestima aumentó. Luego empezó la caída del cabello, al principio pensaba que era por el estrés por el que pasaba en ese momento de mi vida pero luego me di cuenta que no, que la razón de tanta pérdida de cabello era a causa de los alisados y el daño que le había hecho a mi pelo. Tomé la decisión de dejar de alisarme hace 4 años, la transición fue laaaaaarga y compleja, verse con una parte del cabello liso y otro crespo no es para nada fácil. Luego llegó el gran corte, cortarme toda la parte que quedaba lisa para dejar el cabello 100% crespo. Difícil pero la mejor decisión porque siento que aquí los crespos empiezan a tomar más forma. Luego llegó el aprender sobre las mil técnicas de definición y los mil productos que existen para los crespos. Aprender cuál era mi tipo de rizo, comprar y ensayar productos, preguntarle mil cosas a toda persona crespa que me cruzaba. Y aquí llegó la parte MÁS difícil: SER CRESPA, no me reconocía cuando me veía al espejo, mi autoestima bajó mucho pero poco a poco he aprendido a manejarlo y definirlo que siento que esto clave, hay otros días donde sigo dudando y con ganas de recaer en el alisado, y bueno, aquí voy, cada día sintiéndome un poco más cómoda, me siento más yo, más libre, salvaje y como muchas de ustedes me han dicho: este pelo combina más con mi estilo de vida❤️‍🩹✨ Espero contar mi historia le sirva a otras que están en este proceso.