Mamá, tú fuiste la primera persona que me habló de soñar, no solo al dormir, sino con el corazón despierto. Me enseñaste que los sueños no siempre llegan fáciles, pero que con esfuerzo, fe y amor, todo es posible. Cada vez que dudé de mí, tú estuviste ahí para recordarme que valía la pena intentarlo. Gracias por ser el motor silencioso detrás de cada uno de mis logros. Hoy celebro tu vida, tu fuerza y los sueños que sembraste en mí. @dreamerjeans